LA CLAVE DEL AVIVAMIENTO: LA INTIMIDAD CON DIOS |
EL AVIVAMIENTO EMPIEZA POR TI
2 Crónicas 16:9 "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él".
El avivamiento no nace de los movimientos en masa, sino de una serie de decisiones solitarias.
Yo he viajado a tantas iglesias y naciones durante los últimos años que ni siquiera las puedo contar. Muchas personas se reúnen y llaman a otras a venir a orar, ayunar y caminar en unidad. Al principio las reuniones están llenas gracias al creciente impulso de probar la última y mejor nueva idea. Después, poco a poco, las reuniones van reduciéndose, hasta quedar sólo uno o dos intercesores como guardianas sobre el muro. Los escasos fieles miran tristemente hacia las filas de sillas vacías a su alrededor.
Podríamos desanimarnos si no vemos que los demás muestran el mismo entusiasmo que nosotros tenemos por el avivamiento. Nos preocupamos pensando "¿Cómo puede ser transformada nuestra ciudad a menos que participe el pastor de una iglesia importante y se llenen todas las reuniones?" Pero les digo, amados, ¡Dios no se fija en las sillas vacías!
Más bien les presta atención a las sillas que están ocupadas.
Ahí estás tú.
Y Él te ha atraído para que vayas allá. Va a comenzar Su obra a través de ti. El avivamiento empieza hoy. El avivamiento empieza en ti.
LA INTIMIDAD ES LO QUE ENCIENDE LA REVOLUCIÓN
Él te ha escogido a ti, antes de la fundación del mundo, para embarcarte en un viaje hacia el cumplimiento de tu destino. ¿Quieres ser Su voz en lugar del eco del hombre?
Si eso es lo que deseas, ¿regresarás a Él como tu primer amor? Recuerda, Dios debe primero prender nuestros corazones con una pasión radical por Jesús. La intimidad es lo que enciende la revolución.
¿Se está afincando de lleno en tu corazón la presencia del Dios vivo? De no ser así, entonces, ¿por qué esperas que ocurra en algún tipo de reunión pública? ¡El avivamiento empieza en ti! La transformación personal debe ir antes de la transformación de la ciudad. Deja que comience hoy una revolución, ¡y que empiece en ti!
LA ORACIÓN, CLAVE DE LA INTIMIDAD CON DIOS
Jeremías 33:3 - Clama a Mí y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces".
La clave para desencadenar tu relación con Dios Todopoderoso es la oración sincera y ferviente. A muchas personas les cuesta orar porque creen que su intercesión no es mucho más que clamores vacíos a un Dios invisible que parece estar lejos o distante. Creemos que nuestras oraciones no llegan más allá del techo para después rebotar sin ser oídas y sin respuesta. Pero, amado, ¡a Dios le encanta tener comunión contigo! ¡Él promete que nos oirá y que responderá!
De hecho, el tener comunión con Dios es el propósito más elevado para el que fuimos creados. "Esta es la vida eterna, que me conozcan a Mí" (Juan 17). El combustible de nuestra vida de oración es nuestra hambre de Dios Mismo. Cuando nuestra pasión es Su presencia y nuestra hambre es de conocer Su corazón, podemos acercarnos con denuedo al trono de Dios con la confianza de que nuestro Papá ama nuestras oraciones, pero es muy importante tener este primer amor. Como dijo John Bunyan, "En la oración es preferible tener corazón sin palabras que palabras sin corazón".
Una clave de la oración es escuchar: Recuerda, ¡Dios tiene más que decirte a ti que tú a Él! Santiago 4:8 promete: "Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros". Debemos empezar por acercarnos a Él, sin distracciones, y con un corazón de primero adorarlo y tener comunión con Él. Él tiene las respuestas a todas tus preguntas aun antes de que éstas estén sobre tus labios. Escucha para oír Su voz.
EL PODER DE LA ORACIÓN
Otra clave para desencadenar los recursos del cielo con nuestra intercesión es ¡orar con la Biblia! Al igual que Jacob, en Génesis 32, nosotros podemos recordarle a Dios lo que Él ha dicho. La Palabra de Dios no regresa vacía, y si le recordamos a Dios Sus promesas, podemos tener confianza en que nos oirá y nos responderá en lo que sea que pidamos acorde a Su voluntad.
Un punto final de cautela es que el objetivo sublime de la oración no es obtener respuestas, sino encontrarnos con Dios Mismo. La comunión y la intimidad no dependen de las horas que pases en oración. La intimidad es más bien, el tiempo que pasas con Dios. La oración no puede ser simplemente irrumpir por las puertas del cielo con una lista de peticiones como uso vacío de palabras. ¡Nuestras oraciones deben ser más bien clamores desesperados y de corazón para encontrarnos con Su corazón! ¡No debemos tomarnos a la ligera la audiencia de Dios! Es un honor increíble descansar sabiendo que el Dios omnipotente y siempre poderoso del universo tiene un gozo por encima de todo lo demás, que es ¡pasar tiempo CONTIGO!
Oración: Oh, Señor, quiero tener pasión por Tu presencia. Excava en las profundidades de mi alma y ayúdame a no temer el apartarme contigo. ¡Oh, como anhelo conocerte más! Enséñame a orar las oraciones que conmueven Tu corazón. Quiero ministrarte con mis oraciones. Quiero que mi corazón bendiga el Tuyo y Te dé el amor que mereces.
(Por Jill Austin, fuente: https://www.masterpotter.com)