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27.11.2013 07:41

Antes de ser un Adorador (Parte I)

Antes de ser un adorador (Parte I)

Antes de poder hablar de adoración, tenemos que hablar del corazón, ya que es lo que el Señor busca en nosotros más que cualquier otra cosa.

Proverbios 4:23 dice:

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida

Al hablar del corazón no me refiero al órgano físico que bombea sangre a través del cuerpo; sino al centro de la existencia espiritual del hombre, que refleja (según el Diccionario Bíblico): “El carácter, la personalidad, la voluntad, y la mente del ser humano”. Sin el corazón no podemos vivir; por lo cual, así como cuidamos nuestro corazón físico, debemos cuidar nuestro corazón espiritual.

Es indispensable que permitamos que el Señor penetre hasta lo más profundo de nuestro ser para que no existan áreas de nuestra vida, fuera de su control. El corazón es aquella área donde sólo nosotros sabemos lo que hay. Nadie puede adivinar lo que el hombre esconde en su corazón. Por fuera nos pueden estar demostrando algo, cuando por dentro pueden estar sintiendo totalmente lo contrario.

Muchos creyentes piensan que la alabanza y la adoración son sólo demostraciones físicas y exteriores de agradecimiento, emoción, alegría y gozo al Señor por todo lo que El representa, y por todo lo que Él hace.

A pesar de que son muy importantes estas demostraciones exteriores de alabanza, querido hermano (a), a Dios le interesa por sobre todas estas cosas, TU CORAZÓN…

 

Veamos 2 Crónicas 29 (Ezequías purifica el templo). Leer los versículos 25 al 30:

"Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios, y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán,  porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas.

Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas.
Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel.

Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto.

Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron.
Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y de Asaf vidente: y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron."

Cuando estudiamos acerca de la alabanza y la adoración, leemos estos versículos entre otros,  para sustentar bíblicamente el uso de los instrumentos musicales, el canto congregacional, la alegría y el gozo, y la postración como formas de alabanza y adoración.

Pero si leemos el contexto de este pasaje, encontraremos un trasfondo con un profundo contenido espiritual.

Ezequías fue un rey que hizo lo recto ante los ojos del Señor (2 Crónicas 29:2). Sin embargo Acaz, su padre, fue un hombre perverso que vivió alejado de Dios. En el capítulo 28 de este libro, podemos leer su historia.

Desde el abuelo de Ezequías se nota un detalle bastante interesante ¿cuál es ese detalle?…que hubo menosprecio hacia el templo o el santuario. Como sabemos el santuario es el lugar donde habita Dios.

Hoy día, el nuevo testamento declara que Dios ya no habita en templos ni edificios hechos por hombres, sino en el corazón del hombre (1 Corintios 3:16,17; 6:19).

 

2 Crónicas 27:1-2

"De veinticinco años era Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc.

E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Uzías su padre, salvo que no entró en el santuario de Jehová. Pero el pueblo continuaba corrompiéndose."

Jotam, el abuelo de Ezequías, NO ENTRABA EN EL SANTUARIO DE JEHOVA (2 Crónicas 27:2). Dice la Biblia que todo lo demás lo hacía bien, pero que sólo le faltaba este pequeño detalle. Era el detalle que le faltó a Acaz (hijo de Jotam), creció en un ambiente donde nunca se asistió al templo. (Una falta de comunión con el Señor) Y esta fue la causa de que fuera un hombre alejado de Dios.

Aquí hay una lección muy importante que aprender. Cuando descuidamos nuestro “templo”, o nuestro santuario, corremos el gran riesgo de alejarnos del Señor.

Es decir cuando descuidamos nuestro corazón que es el lugar espiritual, donde tenemos nuestro encuentro con Dios…les digo de otra forma: el alejarnos de Dios o estar lejos de Dios, es la consecuencia de no tener comunión con El. Y esta es lo más terrible que le puede pasar a un creyente.

En la vida de un adorador tiene que haber la DISCIPLINA de asistir fielmente al santuario del Señor.

Es indispensable que nos tomemos el tiempo y la “molestia” (aunque decirlo así no es la forma más correcta, pero nos ayuda a entender la idea). Es muy importante el ser disciplinados en buscar al Señor. Esto incluye oración, lectura, estudio y meditación de la Palabra de Dios, y por supuesto incluye también el congregarnos puntual y fielmente en el lugar de reunión donde el Señor nos ha puesto. El escritor de Hebreos lo dice claramente: Hebreos 10:23-25

"Hermanos haciendo un paréntesis, es necesario juntarnos como cuerpo para animarnos, aprender, tener tiempo juntos con el Señor, y permitir que El no hable dándonos dirección, consuelo, fortaleza y tantas cosas más que necesitamos como seres humanos."

 

Regresando a nuestra historia en 2 Crónicas 29, cuando Ezequías tomó el trono, se encontró con la triste realidad: que su padre había desecho de tal manera el templo, que hasta de bodega lo estaban usando.

Es interesante notar que una de las primeras cosas que hizo Ezequías fue darle atención al templo. De esta manera reconoce la importancia de tener a Dios en el centro de sus actividades y por lo tanto, lo primero que hace es reparar la casa de Dios… ¿por donde empezó?: POR LAS PUERTAS.

Hermanos estamos hablando del corazón del adorador que debe estar limpio y debe ser puro…porque nuestro corazón es el santuario del Señor.

Releer el V. 3… Repito lo primero que hizo Ezequías al comenzar su reinado en Judá fue reparar la casa de Dios, el santuario, ¿por donde empezó?: POR LAS PUERTAS.

¿De qué nos habla esto? ¿Qué tiene que ver esto con nosotros?…mucho…las puertas tienen que estar abiertas y reparadas. ¿Cuáles son estas puertas?…tienen que ver con la entrada, el acceso a nuestro santuario, a nuestra vida de cristianos, es la parte expuesta a la calle, lo superficial, lo que todo el mundo ve… ¿Qué es esto?: EL TESTIMONIO

Es decir lo que todos ven y oyen: ¿qué ven?…ven nuestra manera de vivir, nuestras acciones y reacciones, nuestra conducta, nuestro comportamiento (fuera de la iglesia),… y ¿qué oyen?… oyen nuestras palabras, nuestras conversaciones, nuestros dichos, lo que sale de nuestra boca.

Las puertas son entonces…nuestro testimonio: o sea la prueba, la señal, la demostración que damos a los demás de que Cristo está en nosotros…si es que está en nosotros.

Necesitamos abrir nuestras puertas o sea abrir nuestro corazón, nuestra vida de tal manera que los demás perciban al Cristo que mora en nosotros por su Espíritu. Y si las tenemos que abrir, es porque están cerradas (ampliar…cristianos que pertenecen al S. I. J…son los agentes secretos de Jesús). Y no solo las tenemos que abrir, sino que también las tenemos que reparar.

…y ¿cómo reparas tu testimonio?: permitiendo que el Señor trate con los problemas obvios y destacados de tu vida, dejando que el Espíritu Santo te convenza de pecado, y entregándole al Señor esos pecados, y bajo esa convicción, determinar con todo tu ser abandonarlos y renunciar a ellos cueste lo que cueste.

En fin abandonar todas aquellas cosas que han sido y son un estorbo en tu vida…tú las conoces mejor que nadie… y entregárselas al  Señor y permitir que El le de una pintada, una arreglada, una desempolvada, y coloque una nueva chapa, y nuevas bisagras a tus puertas…es decir que tengas UN TESTIMONIO DE VIDA QUE DE GLORIA Y HONRA AL SEÑOR.

Dentro y sobre todo fuera de la iglesia: en tu casa, en tu vecindario, en tu trabajo, en tu centro de estudios, etc. por donde tú vayas, y en donde tú estés, que la luz de Cristo alumbre poderosamente.

(Fuente: https://jubalperu.com/antes-de-ser-un-adorador-parte-i/)

25.11.2013 17:27

La Alabanza en la vida del Cristiano

La Alabanza en la vida del Cristiano

 

 

 

Introducción.

 

" Este pueblo he creado para Mí, mis alabanzas publicará..."

(Isaías 43:21)

 

"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable..."

(1 Pedro 2:9)

 

 

¿Que es la Alabanza?

 

Para empezar trataremos de definir el término alabanza.

 

El término en castellano es definido de la manera siguiente:

 

Alabanza.- Elogiar con palabras, enaltecer, loar. (diccionario el Ateneo)

 

Para tratar de comprender el significado podemos también buscar el término en su forma verbal:

 

Alabar.- tr. y r. Celebrar con palabras. ALABÓSE su gesto; sinón.:

elogiar, encomiar; antón.: censurar, criticar. // r. Jactarse. SE ALABA de ingenioso; sinón.: alardear, preciarse. // Deriv. : alabamiento.

(enciclopedia Premier)

 

También es conveniente en las palabras Griegas que se usan en el Nuevo testamento para tener una comprensión más bíblica del término alabanza, a continuación se dan algunas de las palabras griegas usadas con más frecuencia:

 

 AINOS. - Significa principalmente un relato, una narración. En N.T. es solo a Dios.

 

EPAINOS. - Es una forma fortalecida del anterior, denota aprobación, recomendación. Se usa principalmente en tres sentidos.  A. Una alabanza de aquellos por causa de los cuales, y por razón de los cuales, como herencia de Dios se debe adscribir alabanza, en razón de su gloria (La exhibición de su carácter y sus obras).

 

De la alabanza dada por Dios a los creyentes en el tribunal de Cristo (Donde se indica que la alabanza estará en exacta proporción de las acciones de cada persona).

 

Todo aquello que sea digno de alabanza.

 

AINESIS. - Significa alabanza y es similar al 1, se usa en He. 13:15, donde se representa metafóricamente como una ofrenda sacrificial.

 

En resumen alabanza significa narrar, relatar, hablar con recomendación de Dios y de su gloria (que se manifiesta en la exhibición de su carácter y sus obras para con sus criaturas) e implica un acto sacrificial.

 

La alabanza está íntimamente ligada a la Adoración, ya que el meditar en las obras de Dios y su carácter, nos lleva a contemplar y reconocer su persona y su majestad, y nos hace conscientes de nuestra condición delante de Él.

 

¿Qué nos dice la Biblia con respecto a la Alabanza?

 

En la Biblia, podemos darnos cuenta de la importancia que tiene la alabanza, ya que dedica muchos pasajes y un libro completo de canciones (Los Salmos) para abordar y explicar con detalle este tema.

 

Algunos principios bíblicos acerca de la alabanza a Dios se dan a continuación:

 

a. Dios es Digno de ser  alabado. Salmo 96:4, Salmo 45:1.

b. Dios nos ha creado y nos ha hecho sus hijos para que le alabemos. Isaías 43:21, 1 Pedro 2:9 La c. alabanza implica un esfuerzo, un acto sacrificial. Hebreos 13:15, es decir, tenemos que prepararnos, es algo que nos cuesta, tenemos que dedicar tiempo y talentos al ofrecerla. Salmo 50:23 La alabanza nos ayuda a recordar las obras del Señor en nuestras vidas y nos permite crecer en nuestra confianza en Él ante cualquier situación que el cristiano enfrenta. 2 Samuel 22:4, Salmo 71:8-16.

d. La alabanza da testimonio a los incrédulos de la obra y el poder de Dios. Hechos 16:25.

 

 

¿Cuáles son maneras Bíblicas de alabar a Dios?

 

Antes de iniciar esta sección, tratemos de olvidar nuestros prejuicios, nuestros conceptos, criterios y opiniones; y tengamos una mente abierta a lo que la Sagrada Escritura enseña con respecto a las costumbres bíblicas que se practicaban en el pueblo de Israel y en la iglesia neotestamentaria que continuación se mencionan:

 

 

 

a. En todo tiempo. Salmo 34:1, Salmo 119:62

b. Con lo que decimos. Salmo 145:4-7

c. Con todo el corazón. Salmo 9:1, Salmo 111:1 y con un corazón recto Salmo 119:7.

d. Con cantos. Salmo 92:1, Salmo 104:33,34; Salmo 147:1.

e. Con Inteligencia. Salmo 47:1, 6 y 7.

f. Batiendo las mano. Salmo 47:1.

g. Con Instrumentos. Salmo 150:3-6, Salmo 33:1-3.

h. Y Danza. Éxodo 15:20, Salmo 150:4

i. Con Alegría, gozo y  aún Júbilo. Salmo 32:11, Salmo 95: 1-3.

j. Aplaudiendo. Salmo 98:4-6.

k. Alzando las mano. Salmo 63:3-4, Salmo 134:1-2.

 

La regla bíblica para practicar estas costumbres al alabar al Señor es muy sencilla:

Hágase todo decentemente y con orden. 1 Corintios 14:40

 

Debe haber un sentir de libertad de elección en la congregación, el que practica alguna costumbre para el Señor lo hace, y el que no; para el Señor no lo hace, Romanos 14:31, 1 Corintios 10:31 (Nota: Aunque el contexto es diferente Pablo se refiere a cosas externas que se practican en la iglesia). No se debe hacer tropezar al hermano. Romanos 15:1-6; si mi práctica al alabar al Señor afecta la fe de otro, debo actuar con amor.

Hay que hacer todas las cosas con el único fin de alabar al Señor y darle gloria y no para exhibición de nosotros mismos de que tenemos una supuesta "espiritualidad". Colosenses 3:16-17, Filipenses 2:3-4.

 

 

 

 

¿Cuáles son algunos motivos que tenemos para alabar a Dios?

 

Cada uno de nosotros hemos experimentado el carácter de Dios y la manifestación de su gloria en nuestras vidas, por lo cual hay muchos motivos para ofrecer alabanza a nuestro Dios. Los que a continuación se presentan son solo algunos que la Escritura nos menciona:

 

a. Por su Creación. Salmo 8:1-4.

b. Por sus Obras formidables y maravillosas. Salmo 139:14

c. Por su carácter y atributos · Él es bueno. Salmo 106:1

d. Misericordioso. Idem

e. Justo. Salmo 119:62, Salmo 7:17.

f. Su Santidad, Salmo 77:12-14. Isaías 6:3.

g. Por su Obra redentora. Apocalipsis 5:9-13.

 

Conclusiones.

 

La alabanza a Dios no debiera ser algo que hacemos solo los días domingo, la alabanza a Dios debe ser nuestro estilo de vida, porque un corazón agradecido con Dios rebosa de alabanza y bendición, y esta actitud en nosotros redundará en edificación y ánimo a la vida de los que nos rodean y además estaremos así cumpliendo uno de los propósitos por los cuales nuestro sabio Dios nos ha hecho existir.

 

"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él..."

(Colosenses 3:16-17)

 

 

Centro Evangélico Querétaro

Miguel Ángel Chamorro Pérez

25.11.2013 16:16

ALABANZA Y ADORACION

ALABANZA Y ADORACION 

 

 

A) INTRODUCCIÓN.

Alabar es hablar bien de alguien. Expresar admiración por alguien. Hacer cumplidos. Recomendar. Felicitar. Aplaudir. Elogiar. Lisonjear.

 

Adorar es expresar reverencia, tener un sentimiento de temor. Inclinarse delante del objeto de adoración. Rendir homenaje.

 

La adoración es la forma más alta de alabanza. Generalmente empezamos a alabar y acabamos adorando.

 

La palabra adoración viene del término del inglés arcaico que significa reconocer el valor de algo y reaccionar de manera apropiada al mismo.

 

Es actitud del corazón. Es la ocupación reverente del corazón humano hacia su Creador. Comienza con un musitar interno del corazón. Una meditación profunda sobre la grandeza y la dignidad de Dios. Es paladear la admiración que Dios nos produce. Es un sentimiento interno de temor y respeto hacia el Todopoderoso.

 

Es un "fluir abundante y natural" de estos pensamientos y emociones que fluyen espontáneamente. No tienen que ser impulsados ni forzados. Nuestra copa, como la de David, debe "estar rebosante".

 

Es el derramamiento del alma en profundas expresiones de reverencia, temor, maravilla y adoración.

 

B) PRIMERAS REFERENCIAS BIBLICAS A LA ADORACION

 

Uno de los principios de la interpretación bíblica es la "ley de la primera mención", la cual establece que la primera mención en la bíblica de cualquier tema o asunto concede una indicación clara de su significado e importancia dondequiera que aparezca en la Biblia. Es la clave para la comprensión del contenido de esa palabra o tema a través de las Escrituras.

 

La primera referencia a la palabra adorar está en Génesis 22:5. Abraham, dirigiéndose a los jóvenes que le acompañaban a él y a Isaac al Monte Moria, les dijo: "...yo y el muchacho iremos hasta allá y adoraremos". La palabra que se usa aquí es SHAJAH que significa postrarse delante de alguien, inclinarse, postrarse con una humildad reverencia, respeto y homenaje.

Veamos algunas de las implicaciones de esta primera mención de la adoración.

 

1. Dios ordenó a Abraham que fuera y adorara. La alabanza y la adoración no es una opción que podamos, o no decidir según nuestro arbitrio. Es un mandamiento del Señor Cuando la Biblia dice: "ALABAD AL SEÑOR", no es una sugerencia ni una súplica, sino más bien un mandamiento. No se hacen excepciones. Todo hijo de Dios debe alabarle y adorarle.

 

2. La respuesta de Abraham fue una de obediencia. Esta era esencial para la preservación de la relación del pacto con Dios. Ellos habían entrado en un pacto que exigía la obediencia absoluta de Abraham y su total compromiso para con Dios. En aquella ocasión Dios estaba probando la sinceridad e integridad del pacto que Abraham había hecho con El. Esta prueba requería el sacrificio de lo que Abraham consideraba como lo más precioso, Isaac, el hijo de la promesa.

 

3. El acto de adoración es costoso. Este le iba a costar a Abraham su ofrenda mejor y más alta. En realidad iba a ser un "sacrificio de alabanza" (He 13:15). Una vida de adoración requiere todo lo que somos o tenemos (Ro.12:1,2). Tiene que haber una total sumisión de nuestro ser a Dios, a fin de llegar a ser un adorador verdadero. David comprendió también este principio cuando dijo: "Porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada" (2 S 24:24).

 

4. El acto de adoración es uno de fe. Cada paso que dio Abraham ese fue uno de fe. Cuando iba hacia el Monte Moriah, sabiendo que había requerido la ofrenda de su muy amado hijo, sabía por fe de alguna manera ambos volverían a regresar juntos (Gn 22:5).

5. La sumisión del yo. Abraham no sólo estaba preparado para ofrecer a Isaac, más también iba a ofrecerle sus propios planes, deseos, ambiciones y anhelos para el futuro, el cual iba ligado, inevitablemente, a aquel muchacho. Era el hijo que Dios le había prometido - a         través de quien todas las promesas del pacto se verificarían. Al rendirse de esa manera por obediencia, era como entregarle todo aquello que había deseado que se cumpliera. Se entregó a sí mismo.

Jamás podremos entrar en una adoración verdadera hasta que no haya habido una entrega completa de nuestro ser a Dios. El ego siempre se interpone en el camino de la adoración. Así que, debemos entregárselo a Dios en sumisión.

 

6. La alabanza glorifica a Dios. El costoso acto de adoración de Abraham, logró su propósito al glorificar a Dios. Una reacción normal hubiera sido: "¡Cuán sublime y glorioso debe ser Aquél por quien Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su amado hijo, a fin de rendir una adoración real en obediencia y fe!". Dios nos dice en el Salmo 50:23: "El que sacrifica alabanza me honrará..." Todo acto de adoración sincero glorifica a Dios.

 

7. El adorador es también bendecido. La respuesta de Dios al acto de adoración de Abraham indica Su gran placer y también Su deseo de bendecir a todo adorador. "...porque tú has hecho esto y no has escatimado a tu hijo único; te bendeciré con bendición y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos... porque tú has obedecido mi voz" (Gn 22:16-18).

 

La historia de María (Jn 12:3), quien ungió los pies de Jesús con un óleo de gran precio, es un hermoso ejemplo de adoración. Juan nos dice que después "...secó Sus pies con su cabellos..." imagine la suave fragancia que llevaría en sus cabellos. La gente se seguro notaría aquel aroma tan exquisito. Lo mismo sucede con los adoradores. Sus vidas llevan una fragancia exquisita por todas las partes donde van. ¡Es la fragancia de la gloriosa presencia del Señor!.

 

 

C) LA ADORACION TIPIFICADA EN EL TABERNACULO

 

Un principio adicional de interpretación bíblica es la "ley de la mención repetida". Este principio dice que el volumen de referencias y espacio dado a un tema particular indica su importancia. Cuando consideramos el espacio que se le dedica a la descripción del Tabernáculo - cincuenta y un capítulos en toda la Biblia, Éxodo 15, Levítico 18, Números 13, Deuteronomio 2, Hebreos 3, nos damos cuenta de lo importante que es este tema. Puesto que el propósito primario del Tabernáculo era la adoración de Dios, vemos que Él nos está indicando la naturaleza vital de la adoración y la tremenda importancia que Él le da.

La primera pieza de los accesorios del Tabernáculo que Dios describe (Ex 25:22), es el Arca del Pacto, que estaba colocada sobre el asiento de la misericordia, Dios dijo: "me encontraré contigo y me comunicaré contigo desde el asiento de la misericordia (o el trono de la gracia)..." El lugar Santísimo, en el que estaba colocada el Arca, era el lugar donde Dios se encontraba y comunicaba con el hombre cara a cara. Era el sitio para adorar.

 

En la economía del Antiguo Pacto, este inmenso privilegio era dado únicamente al Sumo Sacerdote una vez al año, el Día de la Expiación. ¡Cuán bendecidos somos bajo los términos del Nuevo Pacto, pues tenemos el privilegio de tener continuo acceso o entrada al mismo a través de la sangre de Cristo.

 

La enseñanza básica implícita en el Tabernáculo para nosotros los cristianos es la de la adoración. Dios había sacado a Su pueblo de Egipto con mano fuerte y poderosa (Ex 32:11) Una vez librados completamente de la opresión egipcia, lo primero que hizo Dios fue entregar a Moisés la misión de construir un Tabernáculo.

El primer deseo de Dios, después de la liberación de Egipto (el pecado y su esclavitud), fue iniciar al pueblo hacia el ministerio de la adoración.

 

El Tabernáculo nos enseña el orden y el desarrollo de la adoración. Cuando se entraba al patio exterior del Tabernáculo, lo primero que se veía era el altar del sacrificio. Este era el lugar donde Dios se encargaba de expiar los pecados e iniquidades del pueblo; allí eran perdonados todas sus iniquidades.

 

Después se veía el lavacro de bronce, tipo de la limpieza que se realiza a través del lavacro de la Palabra de Dios. El futuro adorador tenía que pasar a través de estas dos experiencias antes de llegar a las cortinas del Lugar Santo.

 

Dentro de este lugar estaba la mesa de los panes de la proposición, el candelabro de siete brazos y el altar de oro con el incienso, que tienen un significado profundo en la enseñanza de la adoración.

Por último, estaba el Lugar Santísimo, aquel paraje sagrado y solemne de reunión que tipifica las formas más elevadas y puras de la alabanza y de la adoración. El Espíritu Santo desea conducirnos hacia tal lugar. Hay una progresión definida a la hora de aprender las habilidades de la adoración.

Dios quiere llevarnos a través de todos estos lugares hasta que, al final, podamos entrar en el último lugar de la adoración sagrada, ese lugar detrás del velo donde Él reside.

 

(Autor anónimo, tomado de la red)

18.11.2013 23:46

ADORACIÓN Y DIRECCIÓN DE CULTOS

ADORACIÓN Y DIRECCIÓN DE CULTOS

(Por Randall Wittig)

 

Años atrás, cuando recién había comenzado en el mundo de la aviación comercial, cometí un error gravísimo —aunque había actuado con las mejores intenciones. Quise impresionar a la mujer con quien ha­bía comenzado a noviar y la invité a dar un paseo en una avioneta. Durante el regreso decidí mostrarle la hermo­sura de la acrobacia, lo que yo más disfrutaba como piloto. Hicimos varias piruetas interesantes y volvimos al aeropuerto. ¡Cuán grande fue mi sor­presa al descubrir que ella había sufrido al extremo con lo que yo había disfrutado más del vuelo! El estar invertida en el aire, con el avión girando sobre sus alas, la había espantado y hasta enfermado. Me molestó que ella se hubiera enojado conmigo. Después me di cuenta de que había actuado de manera muy inmadura.

Lo mismo sucede a menudo en las iglesias cuando los músicos adoran a Dios de la manera en que ellos disfru­tan más, y olvidan que otras personas

pueden experimentar reacciones muy diferentes. En nuestras iglesias muchos hombres y mujeres están incómodos y hasta sufren durante el tiempo de adoración. Sin embargo, ningún músico puede llegar a creerlo si no se toma tiempo para escuchar y observar lo que está pasando más allá de su propio éxtasis.

Hice una encuesta a más de 400 creyentes que asistían a iglesias con grupos de adoración bien constituidos. Me sorprendió que más del 50% de los hombres respondió que lo que menos les gustaba de sus iglesias era el tiempo de adoración. Muchos dijeron que directamente llegaban tarde porque no soportaban lo que pasaba en sus iglesias durante ese rato. Un gran porcentaje usó palabras fuertes contra los directores de música, lo cual dejó entrever que, obviamente, no estaban siendo bendecidos por ellos.

El porcentaje de mujeres que pre­sentaron quejas fue menor. Ellas tuvieron menos críticas hacia los mú­sicos; sin embargo, muchas se sentían molestas por las numerosas repeticio­nes, por el permanecer de pie tanto tiempo, etc.

Por otro lado, lo interesante es que todos los grupos de adoración consul­tados estaban muy contentos consigo mismos. Evidentemente algo estaba fallando.

 

El Nuevo Testamento casi no indica de qué manera específica debe ser realizada la adoración en la iglesia.

Enseña algunos principios, como que todo debe ser hecho decentemente y en orden para edificación, pero vemos pocas pautas prácticas. Aún más, existen muchas razones para cuestionar que la iglesia primitiva tuviera algo pareci­do a nuestros cultos modernos típicos; lo más probable podría ser que los cultos se hubieran parecido a las reu­niones caseras de grupos chicos. Pero algo sí es seguro: no usaban micrófonos ni parlantes. Todo esto lo comento para decir que mucho de lo que hace­mos o no hacemos en un culto no es, necesariamente, por principios u orde­nanzas bíblicas sino por los gustos de “los que tienen la batuta”.

A la luz de lo dicho hasta el mo­mento y con un poco de sabiduría —derivada ésta de haber observado, participado, gozado y sufrido en muchos cultos— me gustaría sugerir algunas pautas que creo pueden ayudar a mejorar nuestros cultos.

Hay ciertos factores fundamentales para tomar en cuenta, si vamos a ser usados en la edificación del pueblo de Dios y no en su aflicción.

 

1.         ¿CUÁL ES EL ROL Y EL PROPÓSITO DEL GRUPO DE ADORACIÓN?

 

A través de la historia y hasta los días modernos, siempre que hubo un director de música, éste preparaba y dirigía el momento de adoración para que la congregación participara plenamente y de modo significativo en la adoración a Dios.

i.         Preparación: desde tiempos del Antiguo Testamento hubo personas cuya responsabilidad era preparar la música para poder lograr excelencia y bendición en la adoración. (Observemos cuántos salmos bíblicos fueron dados al director de música para la prepara­ción.). Para lograr que la música y el mensaje se complementaran y fueran para edificación, era necesaria la preparación previa.

ii.         Dirección: se entendía que la mente y el corazón de las personas debían ser dirigidos para que hubiera una profunda adoración a Dios. La adoración no ocurre accidentalmente; requiere de la iniciativa y el liderazgo que lleva al pueblo de Dios a responder al Señor de manera apropiada.

iii.         Participación significativa: el propósito no era que el músico se ”luciera”, sino que el pueblo fuera mo­tivado y llevado a una participación significativa. En otras palabras, no eran los expertos quienes llevaban a cabo la adoración, sino que ayudaban a que todos adoraran.

A su vez, se reconocía que la música era sólo una parte, que la oración, la confesión, y la lectura de la Palabra eran también esenciales en la adoración profunda. Hoy en muchas iglesias pa­rece que sólo la música importa y, lamentablemente, los demás elementos han sido descuidados.

  1. Expresiones prácticas en la iglesia.

 

i.         El director de música coordinaba la música con el tema del mensaje o de las fechas especiales.

ii.         Un grupo (el coro) practicaba la música para poder dirigir bien el canto, para enseñar nuevas canciones o para llevar a cabo números especiales.

iii.         El programa era planificado para lograr equilibrio, orden y participación significativa. Todos los elementos vi­tales eran considerados e insertados en los lugares apropiados y, además, se tenían en cuenta las necesidades físicas (a fin de no cansar a las personas).

iv.         La música era escogida y prepa­rada (impresos, pizarra, himnarios, etc.), de tal forma que las personas podían aprender los cantos y partici­par de los mismos.

v.         Los instrumentos se utilizaban para ayudar a dar cuerpo y sustancia a la música, pero siempre eran vistos como elementos auxiliares, no domi­nantes. En otras palabras, debían ayudar a transmitir el mensaje y por ningún motivo impedir que meran escuchadas la letra de las canciones o las voces de la congregación. Ruido y desorden eran mal vistos.

 

  1. Problemas comunes modernos.

 

i.         Considerar que el grupo de adoración es quien la realiza, y la con­gregación solamente los acompaña. Ellos son los expertos, los músicos, los que adoran, mientras las personas restantes participan nominalmente. El énfasis ha ido de la congregación al músico.

ii.         Los grupos llevan a cabo su par­ticipación como si fueran lo más importante, con poca relación y coor­dinación con el resto del programa (hasta he visto grupos que al concluir su participación salen de la reunión). Debido a que los músicos consideran su parte como la principal, ellos con­trolan el programa hasta que la gente está cansada.

iii.         Por su falta de orientación hacia la congregación, no existe una búsque­da sincera de llevar a las personas a una participación activa.

 

II. CONCEPTOS QUE NINGÚN MÚSICO DEBE OLVIDAR

 

A.         Trabajamos con humanos, no con ángeles.

Los humanos necesitamos dirección y enseñanza. Muchos músicos sólo están actuando, en lugar de dirigir la música de la congregación. Tratan a ésta como los jugadores de fútbol tratan a la platea. Se espera de la platea que grite, salte y alabe animando al equi­po, pero jamás que juegue mientras éste lo hace. Es necesario que el direc­tor de música dirija a la congregación, no sólo a sus músicos. Los músicos están allí para ayudar a que la congre­gación cante, no viceversa.

Los humanos son un conjunto de carne, alma y espíritu. No debemos pretender que alguien que permanece de pie durante una hora no se canse ni le resulte difícil concentrarse. ¿De dónde provendrá la tradición moderna de que toda la alabanza y la adoración sólo debe hacerse de pie? Hace poco estuve en una reunión donde hubo una interrupción en el suministro de energía eléctrica. En medio de la os­curidad, el director de canto dirigió a los presentes en diferentes canciones, sin instrumentos, y todos estábamos sentados. Fue uno de los momentos más lindos de adoración de los que he participado. No existió la distracción a causa de los instrumentos o del cansancio físico.

 

  1. Diversidad de gustos legítimos.

No hay una clase de comida que todo cristiano deba comer, como tam­poco hay una clase de música que todo cristiano tenga que cantar. Hay dife­rentes gustos, todos legítimos, que expresan mejor el corazón, la perso­nalidad y el momento histórico de diferentes personas. Es abusivo, egoísta y una señal de inmadurez de parte del líder musical imponer exclusivamente sus preferencias a la congregación. Su papel es ayudar a toda la iglesia a expresar su adoración a Dios. Hay que tener en cuenta los diferentes gustos para que todos puedan disfrutar.

 

C.        Diversidad de edades.

 

En una congregación hay diversidad de edades. La música debe expresar los gustos y la madurez de los dife­rentes grupos.

 

D.        Diversidad de necesidades y si­tuaciones en la vida de los participantes.

Diferentes personas llegan a la iglesia con necesidades distintas. Al­gunas llegan con derrotas y otras con victorias. El libro de los Salmos es un reflejo de la diversidad de momentos en la vida de las personas, y de la ne­cesidad de tener música y palabras apropiadas.  Necesitamos tener en cuenta las necesidades de todos. Esto no es fácil, requiere oración, re­flexión y planificación.

 

III.        MALES FRECUENTES EN NUESTRO MEDIO (no por ser comunes y populares son menos malos).

 

A.         El cansar y aburrir al pueblo de Dios. Alguien ha comentado que el diablo está logrando que el pueblo se canse de la adoración, a causa de los músicos que ignoran que más no siempre equivale a mejor.

 

B. El exhibicionismo y la ostenta­ción por parte de los músicos.

-Estos parecen estar centrados en sus habilidades.

-Existe falta de liderazgo, de tal forma que ellos son los únicos acto­res.

 

C. La distorsión espiritual de los músicos.

-Están fascinados, satisfaciendo sus propios gustos o necesidades espirituales, sin pensar realmente en el efecto que eso tiene en otros.

-Tienen como preocupación pri­maria la libertad de expresar sus propias emociones y el satisfacerse a sí mismos, en vez de la edificación y el bien del hermano.

 

D. El abuso de lo sagrado. Algunas veces, expresiones legíti­mas son usadas artificialmente para llenar el vacío y para dar apariencia de espiritualidad. El uso y abuso de las expresiones de moda desgasta lo sagra­do. Algunas expresiones trilladas son:

-“Demos un aplauso más fuerte a Dios” (como si Dios fuera sordo).

- “Todos levantando sus manos” (o brincando, o danzando).

-“¿Quién da gloria a Dios?”

 

E. La falta de canciones e himnos con profundo contenido teológico.

-Mucha de la música es emo­cional, agradable o con ritmo, pero carece de contenido significativo.

F. La falta de cánticos nuevos o de variación.

-En cada culto, casi siempre se cantan las mismas canciones.

 

G.        La imitación sin la experiencia. Años atrás los jóvenes imitaban a Billy Graham, a Luis Palau o a algún otro predicador favorito. Copiaban la forma como sostenían la Biblia en sus manos, como hablaban, y sus gestos. El problema es que no tenían las vivencias de Billy Graham ni de Luis Palau, entonces resultaban actores dotados con la apariencia pero sin la sustancia.

No hay un substituto para el cami­nar diario y profundo con el Señor. Hace poco, un director de alabanza expresó que los domingos se sentía cerca del Señor cuando “ministraba”, pero que el resto de la semana casi no oraba ni lo buscaba. Dios le mostró que eso era incorrecto. De la abun­dancia del corazón habla la boca. Necesitaba estar toda la semana medi­tando en la Palabra y caminando con Dios si realmente deseaba expresar vida.

La alabanza no es la imitación de una forma, sino la expresión de una vida espiritual que no puede ser contenida y que brota en celebración y

gratitud al Señor.

 

IV.        ALGUNAS SUGERENCIAS.

 

A.         Lidere. El director de adoración debe recordar que su trabajo es lider­ar, dirigir al pueblo de Dios en ala­banza. Es un líder, no un actor.

 

B.        Observe a su audiencia. ¿Qué están haciendo y pensando? Cuando uno ve que la mayoría no está cantando sino sólo esperando que ese momento termine, debe tomar conciencia y cambiar lo que está sucediendo.

C.        Dé importancia a los otros mi­nisterios de la iglesia, especialmente al ministerio de la Palabra. La música y la adoración aumentan la receptivi­dad de la gente y la preparan para recibir el mensaje de Dios.

 

D.        Más no es mejor. Ejercite el dominio propio. Es mejor que las personas se queden con el deseo de más y no que resulten cansadas de demasiado.

 

E.        Evite que los sistemas moder­nos de sonido tapen la respuesta de la congregación. Recuerde que la música de ellos es tan importante como la suya. Cuando uno no logra escucharse, generalmente se calla.

 

F.         Sea espiritual, no aparente espi­ritualidad. A la vez, recuerde que hay cosas que deben suceder a solas entre usted y Dios.

 

G.        La adoración no es simplemente una función de habilidad musical. Los músicos necesitan dar un testimonio excelente y poseer madurez.

 

  1. Expresiones prácticas.

 

 

1.         El director de adoración debe coordinar la música con el tema del mensaje o de las fechas especiales. Lamentablemente en muchas iglesias no existe tal coordinación, sino que los músicos hacen su programa y, cuando han terminado, simplemente ceden el culto al pastor. Aún más, la actitud de muchos músicos es entregar la dirección del culto cuando todos están cansados y”gastados”.

2.         El grupo musical debe practicar previamente la música para poder dirigirla bien, enseñar nuevos cantos o realizar números especiales.

3.         El programa debe ser planificado para ofrecer equilibrio, orden y parti­cipación significativa . Todos los ele­mentos vitales deben ser considerados e insertados en los lugares apropiados. También hay que tener en cuenta las necesidades físicas, a fin de que las personas no se cansen. Es imprescin­dible que haya equilibrio.

4.         La música debe ser escogida o preparada (impresos, pizarra, himnarios, etc.), de tal forma que las personas puedan aprender los cantos y participar.

5.         Los instrumentos deben ser utilizados para ayudar a dar cuerpo y sustancia a la música, pero siempre vistos como elementos auxiliares, no dominantes. En otras palabras, deben ayudar a llevar el mensaje y tienen que permitir que se escuchen tanto la letra de las canciones como las voces de la congregación.

6. Es importante distinguir entre la música que es para toda la congre­gación y la música que es especial. En la música especial es mejor invitar a la congregación a estar sentada escu­chando y adorando. La música para la congregación debe ser conocida o deben proveerse los medios necesarios (retroproyector, cancionero) para que la congregación pueda participar plenamente.

7. Si la iglesia está creciendo nu­méricamente, se necesita pensar en la manera en que los nuevos miembros puedan aprender la letra y cantar desde el primer momento. Recuerdo que cuando llegué a cierto país, el primer domingo que fui a la iglesia no conocía ninguna de las canciones. Estuve parado más que una hora sin poder participar, excepto en el escuchar cantar a los demás. Pensé en las personas nuevas... ¡Qué difícil hacemos para ellas el poder disfrutar de nuestros cultos!

No hay duda de que la adoración en el cielo será gloriosa. Tratemos de que lo sea también en la tierra. Creo que mucha oración y sabiduría pueden establecer una gran diferencia. La adoración es herencia y responsabili­dad de todo el pueblo de Dios. Hagamos bien nuestra tarea. ¡Adore­mos juntos! •

 

Apuntes Pastorales ©

17.11.2013 20:01

A la sombra del amado

A  LA SOMBRA DEL AMADO

(Cantares 2.3)

INTRODUCCION:  En la Biblia encontramos árboles que en momentos determinados dieron sombra a diferentes personas, cada uno de estos árboles representa diferentes estados en los que se encuentran algunos cristianos,  por ello cada uno tiene una enseñanza, a fin de que como la Amada, busquemos al Señor para sentarnos a su sombra y comer de su fruto.

 

DESARROLLO:  En el  Cantar de los Cantares  2:3 leemos: "Como el manzano entre los árboles del bosque así es mi amado entre los jóvenes,  a su sombra placentera me he sentado y su fruto es dulce a mi paladar".  La amada representa a la Iglesia que está fervientemente enamorada del Señor y el manzano lo representa a Él, al Amado de nuestras almas (Cnt. 1:16; 2:17; 7:11), quien nos protege en la hora del calor; pero de igual forma existen cristianos que no están a su sombra, veamos algunos ejemplos:

 

·         HIGUERA, SOMBRA DE RELIGIÓN, Jn. 1:48:  La Biblia nos enseña que la higuera representa a Israel y que antes que el Señor Jesucristo se manifestara físicamente, ellos tenían las promesas, los mandamientos y leyes para poder acercarse a Dios, pero en el momento en que se manifestó nuestro Señor Jesucristo, las leyes estaban cambiando, porque esa ya no era la forma de acercarse a Dios, por ello el Señor Jesucristo dijo,  Yo soy el camino la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí, por eso Natanael representa a los Cristianos que tienen una vida religiosa, que quieren acercarse a Dios por medio de leyes, obras, etc. y no por la fe, ni la gracia.

 

·         CALABACERA, SOMBRA DE INMISERICORDIA, Jon. 4:5-6:   Luego que Jonás había predicado en Nínive se sentó en una choza y Dios hizo que una Calabacera creciera y le diera sombra, y de igual forma permitió que un gusano se la comiera, y el sol le quemó el rostro y él se enojó, renegó y reclamó.  Esta sombra representa la rebelión, la insujeción, la ira, pero principalmente la falta de misericordia ya que Jonás esperaba que Dios destruyera a Nínive.

 

·         ESCARAMUJO, SOMBRA DE FALSA COBERTURA, Jue. 9:15:  Esta sombra representa a aquellos cristianos que están debajo de una cobertura ministerial que no proviene de Dios, es decir, cristianos que saben que necesitan cobertura ministerial, pero que eligen la persona que les conviene (2 Ti. 4:3), por ello, no están en el orden de Dios, como las mujeres, figura de cristianos, que toman nombre del varón, Jesucristo, pero viven como ellas quieren, cristianos que hacen su propia voluntad (Is. 4:1)

 

·         ALAMOS Y OLMOS, SOMBRA DE INFIDELIDAD, Os. 4:13:  Era sobre las cumbres de los montes debajo de los álamos y de los olmos que tienen buena sombra donde Israel ofrecía sacrificios y quemaba incienso, prostituyéndose en contra de Dios; esto representa a cristianos que a la vista de todos viven desagradando a Dios, practicado el pecado de donde alguna vez Dios los rescató. Y como consecuencia de ello sus hijos viven de la misma forma, contaminándose y practicando el pecado.

 

·         ARBOL FUERTE, SOMBRA DE HUMILLACIÓN, Dn. 4:12:  Esta sombra representa la humillación, ya que cuando leemos acerca de Nabucodonosor vemos que su corazón se había enorgullecido, por lo que Dios lo despojó de toda su gloria para que entendiera que es Dios quien honra, levanta y engrandece al hombre, esto representa a cristianos que están pasando por humillación y que no saldrán de ese estado hasta que reconozcan que lo que tienen sea material o espiritual, Dios se los ha dado (Lc. 12:19; Stg. 1:17)

 

·         TAMARISCO, SOMBRA DE AMARGURA, 1 S. 14:2:  La Biblia nos enseña que Saúl se sentaba bajo la sombra del Tamarisco (algunas Biblias traducen Granada), este es un árbol que tiene pocas hojas y su fruto es amargo (amargura), su flor es de color rojo (pecado) y al molerla los egipcios la utilizaban como incienso para el dios Osiris, el dios de los muertos, lo cual es idolatría y abominación a Jehová.  Por estas razones el Tamarisco representa la amargura y las características  del que se sienta debajo su sombra son:

a.      Desesperado, impaciente, 1 S. 13:9-13: ofreció holocausto que debía ofrecer el siervo de Dios, usurpó funciones ministeriales que no le correspondían.

b.      Se sentaba siempre como era su costumbre con la lanza, 1 S. 18.10; 19:9:   Saúl siempre se sentaba con la lanza en la mano,  esto denota inseguridad, y siempre estaba dispuesto a matar.

c.      El amargado es desobediente, es insujeto, 1 S. 15.33:   Lo enviaron a destruir a los Amalecitas y no lo hizo.

d.      Mata sacerdotes, 1 S. 22:11:   Saúl llamó a Ahimelec lo amenazó y mandó a matar a 85 sacerdotes.  El hijo de Ahimelec huyó llevándose el efod con el Urim y Tumim;  el amargado pierde la presencia de Dios, y por ello se aleja de la gracia y consulta brujos y adivinos.

 

De igual forma, Israel fue probado en el desierto y fue necesario pasara por las aguas amargas, para saber como estaba su fidelidad hacia Dios, así mismo, cuando un hombre  desconfiaba de su mujer la traía al templo y le daba a tomar una porción de aguas amargas probando con ello su fidelidad,  sí se le hinchaba el vientre era culpable y sino Dios le daba muchos hijos      (Nm. 5:18-24. Esto nos enseña que cuando somos probados  (He. 12:10) y la amargura no se anida en nuestra alma  entonces tendremos muchos frutos, el vientre será fuerte, es decir fluirán de nuestro interior ríos de agua viva, esto lo vemos cuando el Señor Jesucristo fue probado cuando le dieron a beber una mezcla de mirra con vinagre (Mr. 15.23) pero no la bebió.

 

·         ENEBRO, SOMBRA DE DEPRECIÓN, 1 R. 19:4-5:  Está representada en la sombra del enebro, que era un árbol usado por los nómadas como combustible, es decir que guardaba brasa, calor, humedad por bastante tiempo y su  raíz produce agua amarga, esto representa a cristianos que están inestables que regularmente su carácter es volátil, impulsivo y cuesta que lleguen nuevamente a su estado normal. De igual forma la Biblia nos enseña que Elías se sentó a la sombra del enebro sintiéndose desfallecido y se frustra de sí mismo, indicando que no es mejor que sus padres y se duerme; esto representa a aquellos cristianos que están en la sombra de la depresión que a pesar de que Dios les ha dado grandes victorias, al enfrentarse a situaciones de su pasado que no han vencido se deprimen e incluso le piden a Dios que los mate.  Pero Dios tiene la solución porque envió dos veces un ángel para a Elías que lo alimentara y fortaleciera.

 

·         ARBOL DEL LIBANO, SOMBRA DE RESTAURACIÓN, Os.14:7:  Esta sombra representa la misericordia de Dios y la restauración que hace en nuestras vidas, que a pesar que le fallamos el nos perdona, porque su Palabra dice que sobre todo juicio triunfa la misericordia (Stg. 2:13), y que Él siempre permanece fiel y no se puede negar a sí mismo (2 Ti. 2:13);  de la misma forma cuando Israel se había apartado de El y en cautiverio y opresión clamaban el clamaban y Él les respondía y los liberaba (Sal. 107:6,13,19)

 

·         MANZANO, SOMBRA DE INTIMIDAD CON EL SEÑOR, Cnt. 2:3 Esta etapa está representada en el árbol de manzano, que se deriva del hebreo nafaj que significa soplar (del viento), respirar, susurrar, estar furioso, sopló, perder, respirar;  también se traduce de ‘iyshown  que significa: oscuro, negro y se utiliza para la niña de los ojos y para la mitad de la noche; y a su vez esta se deriva de ‘iysh que significa: esposo y se utiliza para esposo, sirviente, gran hombre y campeón.  El árbol de manzano representa al Señor Jesucristo ya que es el esposo (Mt. 25:1; 5), vino como siervo (Mt. 20:28), fue un gran hombre (Jn. 19:4-5) y venció a todos sus adversarios (Jn. 16:33; Ap. 5:5), así mismo la mujer sentada a su sombra representa al grupo de personas que lo buscan (Sal. 5:3; 27:4) y tienen experiencias continuas (comen manzanas) y que luego serán introducidos en la recámara del vino y podrán confesar que están enfermos de amor.

 

CONCLUSION:  La Biblia nos enseña que Saúl envidió en su corazón a David y se amargó, Elías se sentó a la sombra del enebro y se deprimió, Jonás  al pegarle el sol demostró su falta de misericordia para las almas que Dios quería salvar y se enojó...  pero la mujer del Cantar de los Cantares se sentó a la sombra del manzano (Jesucristo) y probó su fruto siendo dulce a su paladar y se deleitó en la sombra.  Por  ello debemos sentarnos a la sombra del manzano y probar de  su dulce fruto para que Dios nos lleve a la recámara del vino y podamos confesar que estamos enfermos de amor por nuestro Señor Jesucristo

(Tomada de Internet, autor: Claudia María)

15.11.2013 17:30

La Santidad de la Música

La Santidad de la Música
Por Alvaro López

Vivir en Santidad te hace, en consecuencia, ser excelente



Siempre he creído que el nivel que tenían los Levitas era algo especial y por esa razón sucedían cosas especiales. Tenían una combinación de excelencia y santidad. ya que el vivir en santidad te hace, en consecuencia, ser excelente.

Cuando vives de gustos y opiniones y no de convicciones te conviertes en lo que yo llamo "un músico de puerta"; Un músico de puerta está ahí, sin entrar y sin salir, sabiendo demasiado para distinguirse de los músicos mundanos pero no lo suficiente como para ser un músico santo, un radical, un levita!.

Es fácil decir que tocamos para Dios y estar tocando en realidad para nuestro becerro de oro que solo parece música de Dios buscando a Dios para MI fin: ser popular, tener éxito en lugar de buscar a Dios porque EL ES mi fin al ser todo para mi.

Dios busca una generación de músicos con santidad no en apariencia sino en el Corazón. Un buen ejemplo de esto es el arquetipo bíblico del músico por excelencia: David. David no utilizó contra el gigante marketing, publicidad o dinero, él usa otras características esenciales en el verdadero músico santo, estas características son:

1-EXCELENCIA. David seguramente empleó muchas horas en practicar diligentemente su instrumento, pues se convirtió en un maestro reconocido por su habilidad y excelencia musical.

2-VALOR..David era un hombre valiente, un guerrero de carácter, y hombre de oración . recuerda que el hábito oculto te destruirá en público.

3-PRUDENCIA. Al enfrentarse a Goliat David no tomó una sino cinco piedras escogidas cuidadosamente. Debemos de mostrar prudencia en nuestro vivir sin criticar, sin destruir. El músico en la actualidad, por lo general carece de prudencia.

4-BELLEZA. David era hermoso en actitud, hermoso en humildad. El músico actual se enfrenta con graves y horribles problemas de soberbia al buscar la adulación y gloria para sí mismos.

5-UNCION. Dios estaba con él.

Estas características hermanos son las que necesitamos si queremos derribar al gigante de la industria secular.

(Tomado de MinistrosdeMusica.com)

14.11.2013 23:35

Verdades Claves y Escrituras acerca del Tabernáculo de David

Verdades Claves y Escrituras acerca del Tabernáculo de David

  • Tienda establecida por David para alojar el Arca de Dios en Jerusalem (1 Crónicas 13, 15, 16:1)
  • Levitas para ministrar día y noche ante el Arca (1 Crónicas 15:2)
  • Ministerio de música delante del Arca dirigido por David, Gad y Natán (1 Crónicas 6:31-32; 2 Crónicas 29:25)
  • Músicos principales listos en lugar para ministrar ante el Arca: Hemán, Asaf y Etán, también llamado Jedutún (1 Crónicos 6:33-47; 15:17)
  • El cantor principal delante del Arca era Quenanías (1 Crónicas 15:22)
  • Durante este periodo, el Tabernáculo de Moisés en Gabaón todavía operaba (con el lugar Santísimo vacío), bajo el cargo de Sadoc. En Gabaón también había ministerio de música bajo Hemán y Jedutún (1 Crónicas 6:49; 16:39-42)
  • Los músicos estaban exentos de otras funciones Levíticas (1 Crónicas 9:33)
  • Los instrumentos musicales mencionados en 1 Crónicas eran címbalos (15:19), salterios (15:20), arpas (15:21), canto (15:22), trompetas (15:22), bocinas (15:28)
  • Los levitas ministradores estaban designados a tres funciones primarias: hacer peticiones, dar gracias y alabar al Señor (1 Crónicas 16:4)
  • La victoria militar venía como resultado del Tabernáculo de David (1 Crónicas 18)
  • De 38,000 levitas, 4,000 fueron designados por David para alabar al Señor y les era dada provisión específicamente por este propósito (1 Crónicas 23:4-6)
  • David y los comandantes del ejército escogieron 288 músicos proféticos, 12 para una serie de una hora de vigilia; esto proveía una conexión entre el ministerio y la victoria militar (1 Crónicas 25)
  • El periodo del Tabernáculo de David fue un tiempo de preparación para el Templo (en recursos y organización)
14.11.2013 23:27

Permanecer más significa más de Dios en su vida

Permanecer más significa más de Dios en su vida - Vivir en la Presencia
(por Bruce Wilkinson)


Cuando llegué a casa de vuelta de mi reunión con George, hice tres sencillos compromisos con el Señor para el año siguiente. Esto es lo que iba a hacer:

-Levantarme a las cinco todos los días para leer la Biblia. 
-Escribir una página entera en un diario espiritual. 
-Aprender a orar y a buscarlo a Él, hasta que lo hallara. 


Recuerdo todavía la primera línea de mi primer diario espiritual: “Amado Dios, no sé qué decirte”. Un día tras otro, miraba lo que había escrito. En cada página veía la verdadera razón de que mi agitada vida cristiana me dejara un sabor tan insípido en la boca: me había convertido en un experto en servir a Dios, pero de alguna forma me las había arreglado para seguir siendo un novato en cuanto a ser amigo suyo. 
Pero seguí adelante. A mediados del segundo mes, las cosas comenzaron a cambiar. Era como si una grandiosa Presencia entrara a mi habitación en aquella hora temprana y se sentara cerca de mí. Las incoherentes anotaciones del diario se convirtieron poco a poco en confesiones personales para Aquél que me escuchaba. Su pasión por mí, sus propósitos con mi vida —no sólo con la idea de mi vida, sino con aquel día, aquella hora y aquel minuto en particular— comenzaron a brotar de las páginas de mi Biblia. 
Eso sucedió hace más de quince años. Los placeres del permanecer —y sus extraordinarios beneficios— han definido de nuevo el alcance y el impacto de la obra de Dios a través de mí. Veo fruto dondequiera que me vuelvo. Sin embargo, ni una sola uva es producto de que yo haya trabajado más duro. 
Le aseguro que no poseo ningún conocimiento especial en estas cuestiones; hay generaciones de discípulos maduros que han ido por delante de mí en este camino. No obstante, que yo sepa, la gran mayoría de los hijos de Dios viven hoy ignorantes de la promesa y la práctica de este permanecer. Como consecuencia, no alcanzan el nivel de “mucho fruto” representado por el cuarto canasto desbordante. 
Tal vez usted se encuentre dentro de esa mayoría. No está seguro de cómo se produce en realidad una experiencia espiritual desbordante. Y quizá se pregunte: “¿Cómo es posible que con sólo permanecer baste para subir a los niveles más altos de fecundidad?” Oro para que en las próximas páginas usted encuentre las respuestas. 

La persona con la que se permanece

Este permanecer se relaciona con la amistad más importante de nuestra vida. No mide lo mucho que usted sepa sobre su fe o su Biblia. Al permanecer, usted busca, escudriña, siente sed, espera, ve, conoce, ama, oye y reacciona ante... una persona. Permanecer más significa más de Dios en su vida; más de Él en sus actividades, pensamientos y anhelos. 
En nuestra agitación al estilo occidental por hacer y rendir para Dios, muchas veces fallamos en la tarea de limitarnos a disfrutar de su compañía. No obstante, fuimos creados para sentirnos insatisfechos e incompletos cuando tenemos menos que esto. En palabras del salmista: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía” (Salmo 42:1). 
Si sentimos una necesidad tan profunda y constante de esta relación, ¿por qué tan pocos de nosotros la buscan fervientemente? Estoy convencido de que una de las razones principales es que en realidad no creemos que le agrademos a Dios. Por supuesto, creemos que Él nos ama, en un sentido teológico (”Dios ama a todo el mundo, ¿no es cierto?”), pero no sentimos que le agrademos de manera particular. Estamos convencidos de que recuerda todas las cosas malas que hemos hecho en el pasado, y juzga enseguida lo que estamos haciendo ahora. Damos por sentado que es impaciente, que está ocupado con cosas más importantes, y que se resiste a pasar tiempo con nosotros. 
¿Qué ganas va a tener nadie de pasar tiempo con una persona que se siente así con uno? Si usted fuera a hacer una lista de las cualidades de su mejor amigo, supongo que va a anotar cosas como “Me acepta”, “Siempre tiene tiempo para mí”, y “Siempre salgo de su presencia animado”. Lo que usted valora en su mejor amigo es precisamente lo que Dios le ofrece. Él es digno de confianza y paciente. Cuando lo mira a usted, no trae a la mente los pecados que usted le ha pedido que le perdone. Sólo ve a un hijo amado; a un digno heredero. 
Y este Dios —su Amigo— quiere permanecer con usted más de lo que usted quiere permanecer con Él. Jesús dijo: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Juan 15:9). ¿Captó esto? ¡Permaneced, deleitaos, hallar el amor verdadero “en mi amor”! 

Si habitáramos de verdad en su amor, saldríamos de allí sintiéndonos tan fortalecidos, tan amados, tan aceptados, que nos apresuraríamos a volver a Él cada vez que nos fuera posible. 


(Tomado de Editorial Unilit)
 

 

12.11.2013 21:54

Cuando se pierde la gloria

Cuando  se pierde la gloria.

 

Estaba recordando estos días el pasaje en Génesis donde después de haber pecado Adán, Dios lo busca en el huerto y  él se esconde.

La respuesta del hombre ante la pregunta de Dios de dónde estaba fue: "tuve miedo porque estaba desnudo y me escondí" (Génesis 3:10)

Estas pueden parecer simples palabras si las leemos al pasar, pero tratemos de ver lo que realmente dice Adán.

La respuesta de Dios hacia lo que él le respondió es bastante particular: "¿Quién te ha dicho que estabas desnudo?" (Génesis 3:11). La pregunta que yo me hice fue sencilla ¿Cuáles eran los vestidos de Adán?...


"Y lo coronaste de Gloria y de Honra" (Salmos 8:5), las vestiduras de Adán eran la Gloria de Dios, dice Job "Me ha despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza" (Job 19:8), hablando de vestiduras y repite "La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente."  (Job 41:15)

 

Las vestiduras de Adán eran la gloria de Dios pues fue hecho a imagen y semejanza de Él, y eso eran sus escudos. Tal vez por eso David dijo "Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza." (Salmos 3:3). La conciencia de su desnudez vino con la desobediencia, pues sus vestiduras (gloria y escudo) se apartaron de él.

 

No fue la realidad del pecado lo que le abrió los ojos, sus ojos siempre estuvieron abiertos, sino que sus vestidos literalmente le abandonaron, y en realidad lo que lo abandonó fue la misma presencia que lo rodeaba. Su temor no fue otro que el haber traicionado su compañía, haberla arrojado de sí. Ya no tenía la cobertura necesaria para estar con Él... y en Él. Quizás David, sabiéndolo, dijo: "Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria." (Salmos 26:8)

 

No fue un simple ropaje lo que Adán perdió, ni siquiera se le abrieron sus ojos por primera vez; siempre estuvieron abiertos, lo que no vio Adán, era el verdadero problema, al verse no vio sus vestidos, o sea los de Dios: "Te has vestido de gloria y de magnificencia" (Salmos 104:1), dijo el salmista.

Su desnudez le trajo temor y yo creo particularmente que no solo temor de Dios sino de todo lo que lo rodeaba, la desnudez del hombre nos sigue por el resto de nuestra vida, y únicamente nos sentimos vestidos cuando está en Su voluntad. Tal vez por eso Pablo dijo que "somos transformados de Gloria en Gloria" (2da Corintios 3:18), o deberíamos decir revestidos, como dice Pablo acerca de los que en Cristo están bautizados, ya que los originales los perdimos.


Y quizás ese sea el verdadero problema que enfrentamos o al menos el que yo enfrento, cuando no veo Su gloria me veo desnudo, y siento el temor, no solo de Dios sino de todo lo que me rodea.

La pregunta de Dios todavía resuena en mis oídos "¿Quién te ha dicho que estás desnudo?" Tu y yo amigo mío sabemos cuando estamos desnudos. ¿Sabes? Yo he sentido esa desnudez muchas veces, me he mirado y me di cuenta que la gloria ya no me vestía. A veces en un servicio me he visto cubierto de hojas de parra, o ministrando en el don y no en la Gloria.
He sentido esa frustración y he sentido el temor de la desnudez. También busqué algunos árboles donde esconderme, quizás razonamientos o justificaciones pero al fin, solo me hallaba simplemente desnudo.

 

Querido amigo, si ese es tu sentimiento, déjame decirte que Él está listo para revestirte, solo que te detengas un instante y en vez de esconderte salgas con tu desnudez delante de El y le digas "Señor, me equivoqué. Señor, te necesito."

No sigas caminando solo en tu desnudez no continúes entre tus temores, no te dejes abrumar por los pensamientos del enemigo, tus ojos se pueden volver a Él y hallar el oportuno socorro. ¿Sabes? Sólo hay una persona que no puede ser sanada y es la que no reconoce que está enferma. Si estás sintiendo desnudez puedes salir a Él y decirle: "Señor, cúbreme de tu gloria, como aquella que una vez tuve allá en el Edén; revísteme, pues he perdido mis vestiduras..." y Él vendrá y te rodeará pues Él es y siempre será...

...PADRE...

12.11.2013 20:41

EL DIRECTOR DE ALABANZA: UNA ESPECIE EN VÍAS DE EXTINCIÓN?

EL DIRECTOR DE ALABANZA: UNA ESPECIE EN VÍAS DE EXTINCIÓN?

 

 

Tengo una firme convicción en mi corazón: los directores de alabanza y adoración somos una especie en vías de extinción. DIOS ESTÁ CANSADO DE UN PUEBLO QUE TENGA QUE SER GUIADO A SU PRESENCIA. Por el contrario él está buscando y gestando un pueblo de adoradores NO CONDUCIDOS y hará cualquier cosa para lograrlo.

 

El profeta Joel afirma que una de las consecuencias de la lluvia tardía que Dios enviará sobre la tierra será LA MANIFIESTA Y PALPABLE PRESENCIA DE DIOS EN MEDIO DE SU PUEBLO:

 

“Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios...” (Joel 2:27)

 

Muchas veces me he preguntado lo siguiente: ¿Qué pasaría si antes de entrar a una de nuestras reuniones, antes de pisar siquiera el atrio de nuestros templos verdaderamente SUPIÉRAMOS que estamos a punto de encontrarnos cara a cara con el Dios vivo, que al cruzar ese umbral, que al atravesar esa puerta nos vamos a encontrar nada más ni nada menos que con el tres veces Santo?. ¿Esperaríamos a que alguien se pare en el púlpito y nos diga “bienvenidos hermanos, vamos a alabar a Dios?. ¿Osaríamos llegar tarde a semejante cita?. ¿Estaríamos dispuestos a perdernos siquiera lo más mínimo de un encuentro como éste?. El problema está en que “no conocemos que en medio de Israel está Jehová”. Los ojos de nuestro corazón están cegados y no podemos ver la manifiesta y palpable presencia de Dios en medio nuestro. Muchas veces Dios ni siquiera se toma el trabajo de hacer manifiesta su presencia ya que nosotros estamos ocupados en un sinfín de cosas menos en buscar verdaderamente su rostro. La pregunta existencial es: ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?, ¿EL CHANCHO O EL QUE LE DA DE COMER?.

 

Te confieso que estoy tremendamente CANSADO DE MÍ MISMO. Me he dado cuenta que como director de alabanza me he convertido en un especialista en hacer que la gente se vaya contenta del culto. Es más, me extraña que la gente no se canse de mí (si lo piensan, al menos no te lo dicen). Me siento tremendamente frustrado cuando viene esa hermana después de culto y me dice “pastor, que bendición su ministración de hoy...” cuando lo único que sintió fue un calorcito en el corazón (producto de la linda música y una cuantas palabras bien dichas) y al regresar a su casa sigue viviendo en pecado y de manera miserable. El hecho de que tenga que haber alguien “guiándonos” en adoración nos habla de la mediocridad espiritual de nuestras iglesias. La gente ama los mediadores humanos y le escapa a la responsabilidad de ejercer su sacerdocio personal. No deberíamos llamar “ADORACIÓN” mucho de lo que llamamos “Adoración”. No digo que no le cantemos a Dios y hagamos todo lo que se supone que debemos hacer en un culto; el punto es ¿Estamos realmente buscando a Dios con todo esto?, ¿Estamos buscando su rostro y anhelando conocerle más?. Yo estoy convencido de que la mayoría de las veces lo único que buscamos es sentirnos bien, experimentar ese calorcito en el corazón, sentir esa “paz de la presencia de Dios” pero no alcanzarlo a Él mismo.

 

No sé si la culpa la tiene el chancho o el que le da de comer, lo que sí sé es que el cambio solo puede venir a partir de una actitud diferente por parte de los que lideramos. Obviamente lo que está en extinción no son los líderes de adoración en sí sino el MODELO de liderazgo del culto al que estamos acostumbrados. En la Biblia encontramos que siempre han existido músicos que facilitan la adoración colectiva del pueblo, y entre ellos líderes de levitas tales como Asaf, Jedutun, etc. La diferencia radica en que ellos tenían bien en claro cual era su principal tarea: ADORAR A DIOS. Ellos no estaban para GUIAR al pueblo en adoración, estaban para adorar ELLOS A DIOS, a través de sus instrumentos. Hace un tiempo me encontraba en la oficina de la iglesia en el horario en que debía comenzar uno de los cultos semanales. La persona que dirigía la adoración ya se había pasado unos 10 minutos del horario de comienzo así que mandé  a avisarle por medio de un hermano que comenzase la reunión. La respuesta inmediata de este hermano fue “es que todavía no llegó nadie”. Aquella respuesta me dejó pensando. ¿Cuál es el problema?. ¿Acaso el culto no es para Dios?. ¿Qué importa que no haya llegado nadie aún?. La única bienvenida que el líder de adoración debe dar es al Espíritu Santo. Solo con Dios alcanza. Si el culto es un encuentro amoroso entre Jesús (el esposo) y su Iglesia (la esposa), solo hace falta que esté Él y estemos nosotros (aunque seamos solo los músicos). EN TIEMPO DE AVIVAMIENTO NO HAY HORARIO DE COMIENZO DEL CULTO. Uno de los cambios de Clima que la lluvia tardía traerá será este. La gente llegará a los templos y comenzará a adorar y a buscar a Dios espontáneamente. Los músicos estarán preparando aún sus instrumentos cuando un aluvión de gente llegará hasta el altar para comenzar a Adorar a Dios de manera espontánea y sin necesidad de que un director diga “bienvenidos hermanos, vamos a alabar a Dios”. No será necesario, la gente “conocerá que en medio de Israel está Jehová”. Las personas ejercerán naturalmente su sacerdocio. No habrá mediación sino comunión, relación directa e íntima entre el esposo y su amada.

 

La pregunta es ¿debemos esperar a que llegue el avivamiento para corregir las cosas?. La respuesta es NO. Dios nos llama a ser colaboradores suyos, nos llama a asociarnos a él. Es más, creo que el avivamiento no viene debido a que hemos estado buscando cualquier cosa menos el rostro del Señor. El proceso es a la inversa.

 

Para fines de la década del ochenta y principios de la del noventa tuvo lugar en todo el mundo, y de manera particular en América Latina, una poderosa ola de restauración en la Alabanza y la Adoración. Los cultos y reuniones rutinarias y muertas se llenaron de un nuevo fervor y entusiasmo. La liturgia de las iglesias cambió, la adoración se tornó festiva y se incorporaron estilos contemporáneos en la música. También se tomó conciencia de la centralidad del Cristo resucitado en medio de la congregación. Pudimos entender que la música y el canto no estaban solo para “rellenar” el programa o “preparar el clima” para el mensaje, sino que la Adoración es central en el culto público. Hubo un tremendo despertar en la composición de nuevos cantos y tomó relevancia la figura del “Líder de Adoración”. Algunos de los principales referentes de este mover de restauración son Marcos Witt, Juan Carlos Alvarado, Danilo Montero, Jorge Lozano, entre otros. Esta fue sin dudas una ola tremenda que barrió con toda Latinoamérica.

 

Sin embargo hay una nueva ola de restauración en el área de la Adoración que Dios está enviando sobre todo el planeta. Esta ola no está centrada en el papel del “Líder de Adoración” sino en lo opuesto: EN LA DESAPARICIÓN DEL LÍDER DE ADORACIÓN.  Dios esta buscando ADORADORES no “SEGUIDORES DE UN LÍDER”. Dios está preparando su pueblo de Reyes y Sacerdotes. Aquello que Israel rechazó al pie del Sinaí será asumido por la Iglesia finalmente, cumpliendo así el deseo del corazón de Dios: UN PUEBLO DE SACERDOTES. Creo firmemente que si no hacemos el esfuerzo por auto extinguirnos Dios nos va a extinguir de todas formas, nada lo va a detener en su búsqueda de verdaderos adoradores. “Mas la hora viene y ahora es”.     

 

¿De qué manera podemos colaborar con Dios en su búsqueda?. Obviamente lo primero que debemos hacer es renunciar al “MODELO DE ANIMADORES”. Creo que muchas veces la gente tiene un deseo genuino de adorar a Dios y en vez de ser nosotros facilitadores de dicha adoración comunitaria nos convertimos en piedra de tropiezo y un impedimento en el acercamiento del pueblo a su Dios. Hacemos que la gente centre su atención en nosotros, los mareamos con un sinfín de indicaciones, decidimos cuando debe terminar el “tiempo de adoración”, buscamos agradar al hombre, etc. Sé que cuesta romper con el modelo al que estamos habituados pero solo es cuestión de AUTO DISCIPLINARSE con ciertas cosas. Permitime compartirte algunas sugerencias prácticas. Creo que son buenos consejos para acelerar nuestra extinción y prepararle el camino al Señor:

 

  1. COMENCEMOS ANTES LOS CULTOS

 

Como ya expresé más arriba, en tiempo de avivamiento no hay horario de comienzo. No digo mucho, pero 15 o 10 minutos antes permite que la gente entre al templo con una adoración a Dios que ya ha comenzado y todos entiendan que no son ellos el centro del culto, que nadie los ha estado esperando para comenzar. Esto ayuda en el cambio de mentalidad y hace responsable a cada persona en el ejercicio de su sacerdocio. Nadie da una bienvenida ni tampoco inicia “formalmente” el culto. El culto comienza en el momento en que Dios se encuentra con su amada.

 

  1. MINISTREMOS DE ESPALDAS AL PUEBLO

 

Los levitas en el Antiguo Testamento lo hacían de esta forma: Centrados únicamente en Dios, preocupados solo por una cosa: “¿Qué es lo que vos Señor querés recibir?”. Esto nos ayuda tanto a nosotros como músicos y líderes, ya que nos libra de la tentación de “animar” a la gente, como a la congregación, ya que nadie los está mirando ni concentrándose en ellos. Debemos cuidarnos de no hacer de esto “la llave mágica” y caer en una actitud religiosa y rutinaria. Más allá de la postura física está la postura del corazón.

 

  1. ROMPAMOS NUESTROS ESQUEMAS INTERIORES

 

Todos tenemos esquemas interiores. Los tenemos y los necesitamos ya que nos brindan estabilidad y seguridad. Por ejemplo, ya sabemos más o menos que decir o como actuar cuando termina una canción, sabemos como armar un culto, como comenzar, como hacer la transición entre la “alabanza” y la “adoración”, como terminar, etc. Parece que hasta sabemos cuando dar una palabra de Dios y cuando no. Con todo esto debemos hacer un gran bollo y hacer de cuenta que no sabemos nada. Debemos “desprofesionalizarnos”. Quizás esta sea una de las cosas que más nos cuesta, pero a menos que rompamos estos esquemas y estructuras Dios no podrá derramar de su Vino Nuevo. Él necesita odres nuevos. Te comparto algunas ideas que nos pueden ayudar a romper nuestras estructuras internas:

 

  • Preparemos los cultos en oración y sin depender de listas o “modelos de culto”
  • No nos preocupemos por “cubrir cierto tiempo” (una de las estructuras internas que debemos romper es la del tiempo)
  • Evitemos los “clitchés motivadores” y las frases hechas
  • A menos que Dios nos lo indique no hagamos ninguna dinámica grupal, como puede ser saludarse, decirle algo al hermano de al lado, tomarse de las manos, etc. (aún cuando sepamos que eso puede ser positivo “para el desarrollo del culto”)
  • Rompamos el concepto “Alabanza”=canciones movidas, “Adoración”=canciones lentas. No nos preocupemos por los climas musicales, adoremos y busquemos a Dios

 

  1. DESARROLLEMOS EXPECTATIVA INTERIOR

 

Muchas veces nos esforzamos en “generar” en la gente una expectativa del culto que ni nosotros tenemos. A veces llegamos cansados o mal y lo único que nos importa es “sacar” el culto de la mejor manera posible. Renunciemos a esta mentalidad de “saca cultos”. Este es un ejercicio interior que debemos hacer en oración cada vez que nos toca ministrar. En soledad e intimidad antes de salir para el templo debemos renunciar al espíritu de rutina y religiosidad, renunciar a la mentalidad “saca cultos” y pedirle a Dios que geste un hambre nuevo en nuestro interior, una expectativa que abra los cielos y permita que él se manifieste de una manera fresca y poderosa. Digámonos siempre “HAY MÁS DE DIOS”, porque no hay mayor verdad que esa.

 

  1. ESTEMOS DISPUESTOS A HACER EL RIDÍCULO O SER CRITICADOS

 

La fórmula es la siguiente:  A menos de nosotros, más de Él. Como dijo Juan el Bautista “Es necesario que yo mengue pero que Él crezca”. No hay otra formula. Muchas veces al buscar agradar a Dios antes que al hombre nos encontramos en esta encrucijada: eso significa hacer el ridículo y exponerme a la crítica. Esta es una encrucijada de la cual no podemos escapar; yo diría que es un PUNTO DE MUERTE. ¿Estamos dispuestos a morir, a menguar para que él crezca?, ¿Estoy buscando la aprobación de Dios antes que la de los hombres? ¿Estoy dispuesto a jugármela por lo que creo viene de Dios?.

 

  1. SEAMOS GENUINOS

 

Cada uno de nosotros posee un carácter y estilo único dado por Dios. Esto es parte de la riqueza que hallamos en el cuerpo de Cristo: Su diversidad. Una vez alguien dijo: “Usted nació original; no muera como una copia”. Siempre el obrar de Dios se encarna y fluye de manera natural conforme el corazón y la actitud genuina de aquellos que le buscan. No hay nada más feo, chocante y contraproducente que querer copiar formas o estilos, pensando que “la cosa pasa por ahí”. Evitemos las “modas ministeriales” y seamos como Dios nos creó delante de su presencia. 

 

  1. ENSAYEMOS Y PREPARÉMONOS ARDUAMENTE EN LA PARTE TÉCNICA

 

Cuanta mayor independencia tengamos en cuanto a lo técnico-musical, mayor atención podremos poner en lo verdaderamente importante: Buscar a Dios. Muchas veces nuestra mente está más ocupada en recordar los arreglos o pendiente del corte o el acorde que en adorar a Dios. Esto ocurre cuando no tenemos la autonomía suficiente en cuanto a lo  musical. Preocuparnos ANTES de lo musical nos permite centrar nuestra atención en Dios y preocuparnos por solo una cosa en el culto: buscarlo y adorarlo.

 

  1. AMPLIEMOS EL HORIZONTE DE NUESTRO MINISTERIO

 

No estamos simplemente para “tener el tiempo de la alabanza”. En un sentido somos un adorador más de la congregación pero queramos o no somos responsables de “facilitar” la adoración congregacional, o al menos de no ser impedimento. Necesitamos ser sensibles al Espíritu Santo y dóciles en cuanto a cosas inesperadas. Muchas veces nos vamos a encontrar haciendo cosas que jamás hubiéramos imaginado, dones espirituales que afloran, un fluir nuevo, algo novedoso. De repente nos encontraremos fluyendo en una unción desconocida, vulnerables y desorientados frente a  nuevas manifestaciones del Espíritu Santo. Ante  todo esto debemos ampliar nuestro horizonte ministerial y finalmente entender que el nuestro es un MINISTERIO PROFÉTICO. Al mismo tiempo debemos entender que los dones están en EL CUERPO DE CRISTO. Los cultos en los que Dios se hace presente se caracterizan por el fluir de los dones EN EL CUERPO. Lo que hagamos o digamos arriba de la plataforma es importante, pero los encuentros de adoración que perseguimos son encuentros DEBAJO DE LA PLATAFORMA, encuentros en los cuales el cuerpo fluya con los dones que ha recibido.

 

Estoy convencido que haciendo estas cosas podemos preparar el camino al Señor y sin dudas Ël se sentirá complacido y responderá con Su misma presencia. Creo que también es una buena forma de “auto extinguirnos”. Esto no nos quita responsabilidad sino por el contrario nos eleva a un nivel mayor de compromiso: DEBEMOS DEJAR DE SER PARA QUE ÉL SEA. No es algo fácil pero haciendo estas cosas creo que estamos en camino. Es cuestión de autodisciplina. Si no lo hacemos nosotros tarde o temprano Dios lo hará: NOS EXTINGUIRÁ.

Sebastián Golluscio

Iglesia del Centro, Pastor.

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